El director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Fernando Burgaz ha asegurado que “las últimas tendencias en innovación en la industria del envase, y las técnicas de procesado y conservación de alimentos perecederos, cumplen una función clave en el desarrollo de soluciones para reducir el desperdicio de alimentos”.
Se trata, ha añadido, de nuevos sistemas “que permiten también mantener la calidad y la seguridad de los alimentos que consumimos, y garantizar un sistema productivo sostenible y respetuoso con el medio ambiente”.
Burgaz hacía estas afirmaciones durante la presentación de la Jornada Anticipa2 que, bajo el título “La innovación al servicio de la lucha contra el desperdicio de alimentos: nuevos sistemas de packaging y de conservación de productos perecederos”, se ha celebrado hoy en la sede del Departamento. Una Jornada que coincide con la semana europea de la prevención de residuos, que se celebra bajo el lema “Parar el desperdicio alimentario”, y en línea con las actuaciones recogidas en la Estrategia “Más alimento, menos desperdicio” lanzada por el Ministerio en abril de 2013.
El director general ha explicado como el desarrollo de nuevos envases y sistemas de conservación para alimentos perecederos, con mínima adición de aditivos, es una constante. Esta adaptación, ha indicado, ha sido necesaria “ante los cambios de estilo de vida, que han provocado una mayor demanda de productos frescos y semielaborados con tiempos de conservación más largos”.
Así, ha señalado Burgaz, “los envases activos y las tecnologías de envase Inteligente, ayudan además a la toma de decisiones por parte del consumidor y el operador, evitando pérdidas innecesarias”.
Durante su intervención, el director general ha presentado la “Guía práctica para el consumidor: cómo reducir el desperdicio alimentario”, elaborada por este Ministerio en el marco de la Estrategia “Más alimento menos desperdicio”, cuyo objetivo es “informar sobre la urgente necesidad de prevenir y reducir este desperdicio de productos de primera necesidad”, ha puntualizado Burgaz.
Un consumidor responsable, ha puntualizado Burgaz, “debe ser consciente de las implicaciones sociales y medioambientales que tiene cada una de las decisiones que toma en el momento de la compra y el consumo”, y que determinan en gran parte las decisiones que toman los operadores a lo largo de la cadena de suministros.
El director general ha presentado también las actualizaciones del Catálogo de iniciativas nacionales e internacionales de lucha contra el desperdicio alimentario, que constituye, ha señalado Burgaz, “una publicación viva con ejemplos de iniciativas llevadas a cabo por empresas privadas, organizaciones sin ánimo de lucro, administraciones públicas y organizaciones ciudadanas”.