En la próxima campaña, los olivares españoles producirán algo más de 700.000 toneladas de aceite, lo que supone un 60% menos que en la anterior debido a que la meteorología no ha sido idónea y al agotamiento de los olivos.
“El olivo viene agotado, en parte por una cosecha histórica como la pasada, pero también porque prácticamente no ha llovido en primavera y, además, en el momento de la floración hubo altas temperaturas que influyeron negativamente”, ha explicado desde Jaén el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en Andalucía, Agustín Rodríguez.
“Una cosecha tan baja tendrá consecuencias muy negativas para la economía y sobre todo para el empleo”, han explicado desde UPA. En esta campaña, con previsiones muy bajas, la mano de obra que aportan las propias explotaciones agrarias familiares se mantiene y el empleo cae. Las previsiones de esta organización apuntan a que sólo se podría contratar aproximadamente el 30% que se necesita para la recolección.
Con la producción estimada más las existencias de aceite que puedan quedar al final de la campaña actual, en torno a las 450.000-475.000 toneladas, la disponibilidad de aceite para la próxima campaña sería de 1,2 millones de toneladas, aproximadamente. “Si comparamos estas previsiones con la actual campaña, en la que hay que recordar que el mercado interior y las exportaciones sumarán en torno a 1,6 millones de toneladas, teóricamente faltarán existencias de aceite en comercialización”, aseguran.
Esto lleva a pensar en un anticipo de la recolección, “dado que los precios son bastante razonables y van a marcar el comienzo de campaña”. Además, se espera una cosecha “de elevada calidad” y que los precios, que se han recuperado como consecuencias de estas malas previsiones de producción, “no son el problema, sino el margen de beneficios, porque el precio medio final que paga el consumidor, tanto en el mercado nacional como en las exportaciones, supera los 4,5 euros por litro. Un desequilibrio que debe corregir la Ley de cadena alimentaria”.
En relación con las previsiones de aceituna de mesa, desde UPA destacan que “buena parte va a ir a molino como consecuencia de unos precios en origen bastante razonables y mejores en aceite que en aceituna, por eso habrá más producción de aceituna de mesa para aceite que para verdeo, particularmente en la variedad hojiblanca”.