La Unió de Llauradors prevé una reducción media de la producción de uva del 50% sobre la pasada campaña debido a los efectos de la sequía. Las lluvias de los últimos días han llegado tarde y lo único que provocarían es un entorpecimiento de las tareas de recolección.
En la DO Utiel-Requena, la caída es de un 50%, en la DO Valencia, se espera que el descenso sea de hasta el 55%, fundamentalmente por la situación de déficit hídrico de las viñas de la zona Valentino-Moscatel en la Hoya de Buñol; mientras que en la DO Alicante el decremento puede ser del 30% aunque en la zona de la Marina Alta podría subir hasta el 50% y en la IGP Vins de la Terra de Castelló las previsiones son que la cosecha sea un 25% inferior a la pasada.
Los efectos de la sequía han hecho estragos en las viñas y esta cifra es superior o inferior en función de las diferentes variedades y zonas y de la existencia o no de riegos de apoyo en las parcelas. Se trata por tanto de una de las cosechas más bajas de las últimas décadas pues la pasada ya resultó ser un 20% más baja de lo que es normal, en contraposición al resto de comunidades autónomas productoras.
Esta reducción de la cosecha ha conllevado no obstante una gran calidad de la uva ante la ausencia de problemas sanitarios. Sin embargo, una excelente calidad de la uva y un descenso de cosecha tan importante como el actual no siempre es sinónimo de buenos precios como así ocurre. Según datos del Ministerio de Agricultura los precios de referencia del vino durante la última semana de agosto son inferiores en un 50% de media a la anterior campaña (58% más bajos en las variedades de vinos blancos y un 40% en las de tintos).