Las interrupciones en el comercio alimentario en los tres países de áfrica Occidental más afectados por el ébola han hecho que los precios sean cada vez más caros y los alimentos más difíciles de conseguir. Además, la escasez de mano de obra en la agricultura amenaza seriamente la próxima temporada de recolección, advirtió la FAO.
En Guinea, Liberia y Sierra Leona, las zonas de cuarentena y las restricciones al movimiento de personas impuestas para luchar contra la propagación del virus han limitado gravemente la circulación y comercialización de alimentos. Ello ha llevado a la gente a comprar por pánico, a la escasez de alimentos y fuertes aumentos en los precios de algunos productos básicos, sobre todo en los centros urbanos.
. La escasez de mano de obra debido a las restricciones de movimiento y la migración a otras zonas afectarán gravemente a la producción agrícola, poniendo en peligro la seguridad alimentaria de un gran número de personas.
Las lluvias, abundantes durante la temporada agrícola de 2014, habían apuntado a cosechas favorables en los principales países afectados por el ébola. Pero ahora, la producción de alimentos -las regiones más afectadas por el brote se encuentran entre las más productivas de Sierra Leona y Liberia- podría verse seriamente reducida.
Asimismo, la producción de cultivos comerciales como aceite de palma, cacao y caucho -de la que depende el sustento y los ingresos que permiten comprar alimentos de muchas familias- se espera que resulte gravemente afectada.
"El acceso a los alimentos se ha convertido en una preocupación acuciante para muchas personas en los tres países afectados y sus vecinos", señaló Bukar Tijani, representante Regional de la FAO para áfrica. "Con la cosecha principal ahora en peligro –añadió- y el comercio y la circulación de mercancías bajo severas restricciones, la inseguridad alimentaria se intensificará en las próximas semanas y meses. La situación tendrá un impacto duradero sobre los medios de vida de los agricultores y las economías rurales".