La campaña actual de la fresa arroja una caída de la producción desde las 302.280 toneladas del ejercicio 2012-2013 hasta las 279.880 toneladas en la actual, un 3,8% menos (frente a las 330.000 toneladas en el curso 2011-2012 y las 252.250 toneladas en el 2010-2011).
Todo ello en el marco de un descenso de la superficie del 2%, desde las 7.515 hectáreas de la campaña anterior hasta las 7.330 de la recién concluida. Diez municipios, no obstante, han registrado incrementos de superficies bajo plástico por encima de las cinco hectáreas, entre los que destacan los de Almonte, Lepe y Moguer.
“Se han sucedido dos malas campañas y esto hace mella en la rentabilidad de las explotaciones y en la capacidad de hacer frente a los préstamos de las inversiones realizadas, situación que, entre todos, hemos de superar”, asegura el delegado del Gobierno de Andalucía, José Fiscal.
El mayor problema ha radicado en la facturación, en la medida en que en la presente temporada el precio medio de la fresa de Categoría I destinada a consumo en fresco ha quedado fijado en 0,90 euros, un 2,2% menos que en la 2012-2013 y “lejos”, un 19,6% menos, como ha sostenido el delegado del Gobierno, de esos 1,12 euros de la 2011-2012.
La razón es clara: “la demanda no ha sido capaz de absorber la oferta”, debido a que, como ha expresado el presidente de Freshuelva, Alberto Garrocho, el invierno cálido y las elevadas temperaturas que se han alargado hasta mediados de mayo han adelantado las producciones de países como Francia, Italia, Holanda, Bélgica o Alemania y han dificultado la penetración en los mercados de la fresa onubense.