La mitad de las uvas que se comen en Nochevieja proceden de la región alicantina del Vinalopó que ya se ha puesto manos a la obra para que no falten las uvas durante el último minuto del año.
Así, 2.000 toneladas de uva han comenzado ya a ser embolsadas en más de 2.000 hectáreas de esta región, según la bodega Casa Sicilia 1707. Durante los meses de junio y julio se embolsarán alrededor de 250 millones de racimos para una producción media de aproximadamente 48.700 toneladas de uva de mesa.
La tardía maduración de la variedad de uva Aledo hace posible que pueda ser recogida durante los últimos meses del año para que podamos disfrutar de ella durante la última noche del año.
El embolsado de uva es una tradición artesanal que además de proteger la uva de plagas, insectos, aves, accidentes meteorológicos y efectos de la fumigación directa, ayuda a mejorar la coloración de los granos de la uva y retrasa su maduración. Al verse protegidos de lluvia, sol o viento hasta el momento de su envasado, los granos de uva desarrollan una piel mucho más fina otorgándole unas características únicas.
El embolsado de uva es una característica única que distingue a la comarca del Vinalopó, y es de vital importancia para su economía.