En estas rebajas de verano aumentará el consumo algo más del 5%, alcanzando los 76 euros por persona, cuatro euros más que el año pasado y manteniendo por tanto la tendencia que lleva dándose desde hace tiempo, según un estudio realizado por la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (Fuci).
La liberalización de las rebajas hace que las compras en este periodo se diluyan más y que no creen el mismo efecto que años anteriores donde se veía el primer día del mes de julio a centenares de personas esperando a las puertas de las grandes superficies. Sin embargo aunque haya cierto margen y algunos comercios y comunidades ya tengan rebajas, hay grandes almacenes y marcas muy conocidas que siguen manteniendo la fecha tradicional con el objetivo de continuar con ese efecto llamada.
La Comunidad de Madrid, Cataluña, País Vasco y la Comunidad Valenciana siguen liderando el gasto en compras motivado especialmente por el mayor poder adquisitivo de estas regiones. A la cola continúan Canarias, Extremadura y Murcia con consumos inferiores a los 65 euros por persona.
La principal razón de este aumento se observa también en el índice de Confianza del Consumidor y es que han aumentado las perspectivas actuales y futuras sobre la economía y esto hace que la gente sea más propensa al consumo. Además gran parte de los consumidores postergan sus necesidades de compra hasta las rebajas con el fin de comprar en este tiempo solo lo necesario y evitar gastos mayores.
Para Gustavo Samayoa, presidente de la Fuci, “sigue ocurriendo lo que en años anteriores, los ciudadanos, dada la crisis, compran menos en temporadas normales del año y esperan a las rebajas para comprar la ropa y demás artículos que necesitan, es decir, intentan aprovechar al máximo los descuentos”.
Sin embargo, advierte: “no nos debemos dejar engañar por grandes descuentos, se debe acudir a las rebajas con un presupuesto fijado y comprando aquello necesario, y recordar que aun en épocas de rebajas nos asisten los mismos derechos que durante el resto del año”.
Y es que hay muchos comercios que aprovechan esta época para sacar ropa de temporadas pasadas o incluso con taras. Además de no aplicar correctamente descuentos y precios así como no informar correctamente al consumidor sobre los derechos que tiene en materia de devoluciones y garantías.