La Comisión Europea va a poner en marcha un nuevo sistema de valoración algunas frutas y hortalizas, incluido el tomate, cuando pasan por la aduana y entran en la Unión Europea, a raíz de la reforma de la Política Agrícola Común.
Estos cambios, que entrarán en vigor el 1 de octubre 2014 son muy importantes, ya que deben asegurarse de que el valor en aduana de las frutas, hortalizas y productos vitícolas (importaciones cubiertas por el régimen de precios de entrada) sea de ahora en adelante más transparente y sólido.
Esta es una respuesta a las preocupaciones expresadas en la UE por parte de algunos productores de frutas y hortalizas. Los cambios acordados el año pasado como parte de la reforma de la PAC, por lo tanto, constituyen un paso importante que debería tranquilizar a los productores y los importadores europeos de frutas y hortalizas.
La recaudación de los derechos de aduana con respecto a importaciones de países terceros se hará ahora de manera más objetiva y transparente. Así, el régimen aduanero, que había sido objeto de críticas, será definitivamente eliminado a partir del 1 de octubre.
Como parte de esta reforma, se actualizará el método alternativo para la declaración de aduanas, a saber, el valor de estándar de importación (Standard Import Value – "SIV") de tomates. Mientras que históricamente las importaciones de tomate fueron compuestas esencialmente de tomates "redondos" estándar, ahora incluyen una gama mucho más amplia de variedades especiales, generalmente de mayor valor. Por tanto, es necesario, tener en cuenta el valor medio ponderado de tales variedades de especialidad en el cálculo del valor de importación de tomates, de conformidad con las disposiciones de la UE, un cálculo sobre la base de los volúmenes importados a la UE. “El resultado es un sistema transparente, objetivo y justo para todos – tanto para nuestros propios productores como para nuestros socios comerciales clave, como Marruecos, que había expresado su preocupación por el funcionamiento del nuevo sistema de SIV”, aseguran fuentes de la Comisión.
Además, este organismo se ha comprometido a evaluar el buen funcionamiento del nuevo sistema tan pronto como los datos disponibles lo permitan, y para hacer las adaptaciones necesarias en el caso que fuese necesario. La Comisión informará a los Estados miembros de la UE, al Parlamento Europeo, a los socios comerciales relevantes, y a los productores europeos.
Para llegar a este resultado, la Comisión Europea llevó a cabo consultas específicas con los Estados miembros más afectados por estas importaciones, así como con las autoridades marroquíes y los representantes de los productores de la UE.