Manuel García-Izquierdo, presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), abogó en Santander por mantener un "equilibrio" entre los distintos modelos comerciales y aseguró que la liberalización de horarios "está haciendo agua" y "al borde del fracaso".
En su conferencia titlada 'Nuestro modelo de Comercio, el Comercio-Ciudad', invitado por el Foro Cadena Ser Cantabria, García Izquierdo, ha señalado que el comercio en la Comunidad de Madrid, donde se aplica este modelo, ha tenido un comportamiento "peor" que la media nacional.
Y ha apuntado que el sector de la capital se plantea pedir una vuelta al sistema anterior, con la apertura de una cantidad determinada de festivos al año, aunque respetando las zonas de gran afluencia turística.
García Izquierdo ha destacado que el comercio de proximidad representa el 10 por ciento del empleo total en España y ha detallado sus beneficios al contribuir a la sostenibilidad de las ciudades y generar puestos de trabajo estables.
De hecho ha señalado que se trata de uno de los sectores que menos empleo ha destruido durante la crisis económica, con una pérdida de 115.100 puestos de trabajo netos, lo que representa menos del 1 por ciento del total.
Ha defendido la necesidad de mantener este modelo que considera "estratégico" para la salida de la crisis económica y ha apostado por diseñar para el pequeño comercio un futuro basado en unos "pilares sólidos y consensuados".
Se trata, según ha añadido, de un sector que tras más de tres años de registrar descensos de ventas, a finales del año pasado alcanzó un "breve repunte", que ha enmarcado en una "frágil" recuperación del consumo.
Por ello, García Izquierdo ha alertado de que "cualquier paso en falso" podría "ser nefasto" y ha reclamado de las administraciones un clima de "confianza y estabilidad" para los consumidores, así como liquidez y financiación para las empresas.
Dentro de ese clima de estabilidad, el máximo responsable de la Federación Española de Comercio ha opinado que sería una "irresponsabilidad" una subida de impuestos, entre ellos el IVA en cualquiera de sus tramos, lo que contribuiría, según ha afirmado, a "destruir" el sector del comercio minorista.