La Organización Mundial del Comercio (OMC) prevé un crecimiento moderado del comercio del 4,7% en 2014, aunque se espera que aumente a un ritmo mayor (5,3%) en 2015, después de dos años de estancamiento.
Son varios los factores que han contribuido a la debilidad del comercio y la producción en 2013, con inclusión de los efectos persistentes de la recesión en la UE, las altas tasas de desempleo de las economías de la zona del euro (con Alemania como notable excepción) y la incertidumbre sobre el calendario de abandono por la Reserva Federal estadounidense de su programa de estímulos monetarios. Este último factor ha contribuido a la volatilidad financiera de las economías en desarrollo en el segundo semestre de 2013, sobre todo en ciertas economías "emergentes" que presentan grandes desequilibrios por cuenta corriente.
La estimación preliminar del 2,1% de crecimiento del comercio mundial en 2013 representa el promedio de las exportaciones y las importaciones de mercancías en términos de volumen, es decir, ajustada para tener en cuenta las diferencias en las tasas de inflación y los tipos de cambio de los distintos países.
Esta cifra es ligeramente inferior a la previsión más reciente de la OMC para 2013, publicada el pasado septiembre, que era de un 2,5%. La razón principal de esta desviación es un descenso mayor del esperado de las corrientes de comercio de los países en desarrollo durante el segundo semestre del año pasado. Por segundo año consecutivo, la tasa de crecimiento del comercio mundial ha sido aproximadamente la misma que la del PIB mundial (producto interior bruto como medida de la producción de los países) a los tipos de cambio del mercado, y no del doble, como ocurría normalmente.