La multinacional suiza Nestlé ha cerrado el primer trimestre del año con una facturación de 20.822 millones de francos suizos (17.120 millones de euros), lo que supone una caída del 5,1% con respecto al mismo periodo del año anterior. Este descenso es debido al impacto negativo del cambio de divisas, ya que la compañía logró un crecimiento orgánico del 4,2%.
La compañía de alimentación asegura en un comunicado que hay signos de recuperación en España y Portugal, mientras que en Francia, Alemania y Reino Unido el inicio de año ha sido más lento.
El segmento de agua registró un descenso del 0,1%, mientras que el de lácteos y helados bajó sus ventas un 4,6%. Por su parte, el negocio de nutrición y salud redujo un 5,8% su facturación y el de platos preparados lo hizo un 7,5%.
Paul Bulcke, CEO de Nestlé, asegura que "nuestro crecimiento orgánico en los primeros meses del año está en línea con las expectativas debido al volumen en lugar del precio. El despliegue continuado de nuevos productos, junto con una buena ejecución, sostiene este crecimiento en unas condiciones de mercado difíciles”.
“Vamos a mantener el ritmo de la innovación, fortaleciendo aún más el apoyo a nuestras marcas. Confirmamos nuestras perspectivas para todo el año con un rendimiento ponderado en la segunda mitad, superando al mercado, con un crecimiento orgánico en torno al 5%. No obstante, esperamos que el continuo fortalecimiento del franco suizo tenga un impacto negativo en las ventas", explica Bulcke.