Según el informe El Ciudadano español y la Responsabilidad Corporativa, de la Fundación Adecco, el 47% de los encuestados ha dejado de comprar marcas o productos por considerar que no son respetuosos con el entorno o que vulneran algún Derecho Fundamental.
Esta cifra se ha incrementado considerablemente con respecto al año pasado, cuando alcanzó un 29,3%, lo que nos lleva a la conclusión de que cada vez son más los ciudadanos que realizan un consumo crítico. Junto a ellos, otro 19% nunca ha valorado la responsabilidad empresarial a la hora de consumir, pero prevé hacerlo en un futuro próximo.
Por último, un 34% no se plantea estas cuestiones a la hora de adquirir un producto o servicio, sino que consume atendiendo a criterios personales como sus gustos, la comodidad, la cercanía o la eficacia.
De este modo, los ciudadanos esperan más de las empresas y creen que aún necesitan mejorar. Así, al preguntar por el triple desempeño de la responsabilidad de las empresas (económico, social y medioambiental), los ciudadanos creen que se sigue priorizando mucho el aspecto económico (beneficios), en detrimento del aspecto social y medioambiental.
Mientras un 62% cree que las compañías conceden mucha importancia al ámbito económico, sólo un 9% y un 8%, respectivamente, así lo cree del aspecto medioambiental (respeto al entorno) y social (impacto positivo en la comunidad en la que desarrolla su actividad).
Los ciudadanos creen que las empresas españolas aún están, en general, por debajo de las europeas en la escala de responsabilidad: un 70% tiene la sensación de que las compañías nacionales son menos responsables que las de nuestros vecinos de Europa.
Las empresas que gozan de una mayor reputación entre los ciudadanos son las del sector Alimentación y Bebidas, seguidas de las empresas de Ingeniería e informática y de las compañías de Educación y Enseñanza. Cierran el Top 5 el sector Agricultura y el de Logística, Transporte y Distribución.