Durante el año 2013, el índice de precios de los alimentos de la FAO tuvo una media de 209,9 puntos, un 1,6% menos que en 2012 y muy por debajo del pico de 230,1 puntos de 2011, pero sigue siendo el tercer valor anual más alto registrado.
En diciembre, este índice tuvo una media de 206,7 puntos, muy parecido al mes anterior y con un fuerte aumento de los lácteos y precios elevados para la carne que compensaron una pronunciada caída de las cotizaciones del azúcar y los precios más bajos de cereales y aceites.
La abundancia de suministros empujó a la baja los precios internacionales de los cereales (con la excepción del arroz), aceites y azúcar. Sin embargo, los lácteos alcanzaron su valor máximo en 2013, y la carne también marcó un récord.
"El mes pasado, el índice de precios de los alimentos de la FAO se mantuvo elevado por la fuerte demanda de algunos alimentos ricos en proteínas, que continuó impulsando al alza los precios en general, contrarrestando la caída de precios de los principales cultivos alimentarios tras las cosechas abundantes del año pasado”, aseguró el economista de la FAO Abdolreza Abbassian.