Los principales fabricantes del sector de turrones y mazapanes afrontan esta campaña navideña con optimismo y confían en una recuperación de sus ventas, según el último informe de Produlce. El sector de turrones y mazapanes espera volver a ratios de crecimiento estas navidades frente a un duro 2012, donde se produjo un retroceso de las ventas de productos navideños del 3,1%.
Los motivos que podrían justificar este pronóstico positivo son, entre otros, la recuperación de la paga extraordinaria de los funcionarios, la apuesta de las empresas del sector en la innovación de la categoría, tanto en producto como en propuestas comerciales innovadoras y, además, el continuo crecimiento de la demanda de estos dulces navideños en mercados extranjeros.
De hecho, la producción destinada a las exportaciones creció cerca de un 11% en 2013 (frente a un 2,5% de crecimiento en el 2012), y representa casi un 13% del total de toneladas producidas. Si miramos los datos en valor, el Informe Produlce nos indica que en el pasado 2012 de los 272 millones de euros facturados en total, 40 millones procedían de fuera de España.
Sobre datos de consumo de estos productos típicamente navideños, el informe Mercasa explica que en 2012 se llegó a los 800 gramos de consumo per cápita y cerca de los 6,50 euros de gasto. Progresivamente se va consiguiendo gracias a la exportación a países donde los turrones y mazapanes no se identifican como dulces navideños y la entrada en otras categorías de producto no tan estacionales.
En cuanto a datos de empleo, un informe de Adecco publicado recientemente especifica que el sector de la alimentación es el sector que más contrataciones realiza durante la época navideña, y confirma además, que la demanda de los productos típicos navideños se traduce en aumento de ofertas de trabajo en este sector.
La percepción general es que los consumidores comienzan a ver la luz al final del túnel y el reunirse en familia y celebrar las tradiciones más inculcadas en nuestra sociedad, en el que los turrones y los mazapanes juegan un gran papel, se vuelve algo imprescindible.