La industria de alimentación y bebidas, comandada por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB), rechaza la reforma energética tal como está planteada actualmente.
Así, la aprobación del real decreto ley por el que se suspenden los procedimientos de preasignación de retribución y la suspensión de incentivos económicos para las nuevas instalaciones de cogerenación tendrá un impacto muy negativo sobre el sector, según la patronal.
La reforma energética en los términos en los que se ha planteado conllevaría un aumento de los costes de producción para las empresas del sector. Este incremento supondría una pérdida de competitividad en los mercados internacionales, así como un freno para el sector desde el punto de vista de las exportaciones. Además, pone en riesgo la supervivencia del tejido industrial y de miles de puestos de trabajo cualificados. El actual planteamiento de la reforma energética daña uno de los puntales de la industria española, sector sobre el que debe edificarse la economía en el futuro.
“Cabe recordar que la cogeneración en la industria de alimentación y bebidas cubre un 48% de la electricidad que este sector precisa para realizar sus procesos productivos. Lo que se consigue con ella es hacer competitivo al sector en una cuestión que por las características energéticas del país no lo es. De este modo, cualquier modificación de las ventajas de la cogeneración supone un doble perjuicio para la industria de la alimentación”, explican desde la FIAB.
A nivel fiscal también se establecen una serie de medidas que penalizarán al sector. Además, la modificación de la factura eléctrica –la conocida “ley de peajes y electricidad”- que incorpora cambios muy significativos en el término fijo de la factura, perjudica a todo el sector que utiliza energía eléctrica pero, especialmente, a las empresas que trabajan con productos de temporada.
En la actualidad, el sector de la alimentación y bebidas consume el 11% del total de la energía utilizada en España en procesos industriales, y representa el 4% del consumo energético nacional. Además, abarca un amplio abanico de fuentes energéticas: 42% electricidad, 29% gas, 14% petróleo, 12% energías renovables y 1% carbón.
La FIAB solicita incluir en la reforma la posibilidad de realizar cambios en la potencia contratada a lo largo del año, de tal forma que se adapten a la particularidad de la estacionalidad de las plantas industriales y de las producciones de materias primas agroalimentarias.
Además, propone recuperar el complemento por eficiencia a las cogeneraciones de un elevado rendimiento suprimido en el Real Decreto 9/2013 y solicitar fomentar esta contribución premiando a las plantas de producción más eficientes que realcen una mayor aportación a la red energética.
FIAB considera necesario cambiar el sistema de penalización por exceso o defecto del caudal máximo contratado.