La compañía de bollería, panadería y pastelería congelada francesa Délifrance celebra sus 30 años de vida desde que cuatro hombres se asociaron para construir el molino industrial más grande del mundo, los “Grands Moulins Réunis”, empresa madre de Délifrance.
Este cumpleaños representa “una garantía de confianza para los clientes y consumidores”, asegura Jean-Manuel Lévêque, director internacional de la compañía.
Todas las recetas de bollería, pastelería y salados son elaboradas en Francia. Con el fin de estar en la misma onda con las demandas de clientes y consumidores, asocian el “Savoir-faire” francés a técnicas modernas de producción que asocian competitividad y calidad. Los productos Délifrance son elaborados a partir de harina de trigo francesa y según modos de fabricación nacidos del “Savoir-faire” francés.