“La futura Ley de la cadena alimentaria tiene una clara vocación de valorizar adecuadamente los productos y apuesta por garantizarle a los productores un precio que remunere los costes de producción, evitando colisiones frontales en un inicio con la normativa de la competencia”, según la consejera del Medio Rural y del Mar, Rosa Quintana, ante el pleno del Parlamento gallego.
En su intervención, la consejera advirtió que estas cuestiones venían recogidas en un acuerdo firmado con los sindicatos agrarios y se basaban en el principio de construir el valor de la leche, evitando que los ganaderos lo hubieran vendido por debajo de los costes de producción. Añadió que la Xunta manifestó su compromiso con el sector consensuando unas propuestas que fueron trasladadas al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y defendidas por el partido que sustenta el Gobierno central.
Rosa Quintana reiteró que la Xunta nunca habló de conseguir un precio determinado para la leche ni se recoge en el acuerdo con las organizaciones profesionales agrarias precio alguno, ya que sería ilegal y podría ser sancionado por la Comisión Nacional de la Competencia. Añadió que el Gobierno gallego siempre habló de conseguir un precio por encima de los costes de producción. En este mismo sentido recordó que la única vez que el bipartito habló de precios y articuló un acuerdo para subirlos fue en el caso del mejillón y esto trajo como resultado una sanción de 3,9 millones de euros, precisamente por incumplir la normativa sobre competencia.
Por otra parte, la consejera del Medio Rural y del Mar reiteró en el Parlamento a valoración negativa que hace la Xunta en relación con la cuota de xarda para 2013. Esto es así -dijo- porque la cuota es claramente insuficiente para la capacidad pesquera de nuestra flota en sus distintas modalidades. En todo caso, Rosa Quintana puntualizó que las consecuencias de una mala gestión en el pasado -del anterior Gobierno del Estado- que nos deja ahora una doble sanción que nos lastra. Por eso, añadió, para evitar ese mal rumbo se debe entender el estricto modelo de apertura, control, recuento y cierre que este año se dio en la gestión de la pesca de la xarda en el primero semestre.
La conselleira recordó, en todo caso, que los cierres provisionales consiguieron dejar a Galicia en una buena posición para poder pescar un 7% del total de la cuota de xarda correspondiente a España en el segundo semestre del año, que es cuando esta especie está en las aguas gallegas y puede ser capturada por nuestros pescadores sin necesidad de desplazarse a las aguas de otras comunidades.
Por otra parte, Quintana insistió en el Parlamento en que la Xunta mantiene el compromiso formal de desarrollar las gestiones necesarias para garantizar los puestos de trabajo en Conservas Cuca, así como la continuidad de la imagen y de la calidad de la marca de esta conservera.
En este sentido, recordó las gestiones llevadas a cabo por el Gobierno gallego, en el marco de una acción coordinada entre las consejerías de Trabajo, Economía y del Medio Rural y del Mar.
Dijo además que desde la Xunta se comprende la situación de las más de cien trabajadoras de la factoría de Vilaxoán y por eso se analizaron de manera pormenorizada las cláusulas de las ayudas de cara a derivar las condiciones del traslado a O Grove, siempre con una salvaguarda fundamental que nace en el compromiso de la empresa de mantener todos y cada uno de los puestos de trabajo.
En relación con el traslado de equipos desde la factoría de Vilaxoán, la conselleira explicó que, de acuerdo con lo dispuesto por la Comisión Europea, la comunicación que se le hizo a Garavilla por parte de la Consejería fue la de que la maquinaria no podía salir de la factoría. Añadió que, de cualquier manera, las ayudas por este concepto tendrán que ser restituidas porque tampoco puede quedar la maquinaria en Cuca si no se está utilizando dentro de esa nave.