La asociación española de la industria de panadería bollería y pastelería ha cerrado el ejercicio de 2012 con datos positivos tanto en facturación, con un incremento del 0,7%, como en producción, con un aumento del 1,7%.
“Estamos satisfechos porque, a pesar de ser un año difícil, ha resultado ser mejor de lo que preveíamos a principios de año”, asegura Felipe Ruano, presidente de la asociación. “La mayoría de las empresas han experimentado caídas pero, tal y como se encuentran otras empresas del sector alimentario, no podemos quejarnos ya que no se ha producido ningún cierre o concurso de acreedores entre nuestros asociados”.
Así, en 2012, estos asociados (que aglutinan el 90% de las ventas del sector) han facturado 1.038 millones de euros, lo que supone un 0,7% con respecto al año anterior. En cuanto a la producción, se ha experimentado un incremento del 1,7%, hasta las 783.819 millones de toneladas, lo que refleja “el esfuerzo de las empresas para adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores”.
No obstante, en marzo de 2012, la asociación, que hasta entonces englobaba la producción de masas congeladas de panadería y bollería, integró a las industrias de panadería, bollería y pastelería lo que “en parte” ha provocado este incremento, junto con la incorporación de nuevas empresas, ha asegurado Ruano.
Desglosado por sectores, las ventas de pan se mantienen estables, mientras que la bollería crece un 2,4%. En producción, el pan crece un 1,6% y la bollería, en un 2,5%.
Fernando Burgaz, director general de Industria Alimentaria, ha asegurado que, en 2012, el consumo de pan por hogar se situó en 1,6 millones de toneladas, es decir, 3.890 millones de euros, lo que suponen un incremento del 1,2% en volumen y un ligero descenso en valor del 0,7%, provocado por “el trasvase de la compra hacia supermercados y tiendas de conveniencia que, a veces, utilizan el pan como reclamo”. En los primeros meses de 2013, se ve un incremento en volumen “lo que apunta a un cambio de tendencia”, frente al descenso en términos de valor provocado por el uso que le están dando al pan desde la gran distribución, lo que “está afectando a las pequeñas panaderías”, asegura Ruano.
Burgaz insta al sector a crear una interprofesional que aglutine a todos los operadores de la cadena de valor para “desarrollar iniciativas que les dote de mayor presencia ante los consumidores, así como potenciar su salida al exterior”.