Una empresa no es socialmente responsable si no lo son sus compras, ya que ignorar la RSC en la cadena de suministro supone pasar por alto el impacto social y ambiental del 75% del gasto, según la Guía Técnica para la Compra Sostenible que acaba de publicar la Asociación Española de Profesionales de Compras, Contratación y Aprovisionamientos (AERCE).
Esta nueva entrega amplía y actualiza el alcance y contenidos de la primera (lanzada en 2008) e incorpora referencias a la nueva legislación aparecida en los últimos 4 años para que las empresas extiendan a toda su cadena de suministro pautas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
En esta guía, la Asociación ha volcado su profundo conocimiento de la función de Compras para crear un instrumento útil de información y recomendaciones para la incorporación de la sostenibilidad y la RSC a esta área. En su apuesta por el impulso de la RSC en toda la cadena de suministro, AERCE participa en diversas iniciativas relacionadas con la gestión sostenible y responsable de las compras en diversos foros, y está adherida, entre otras organizaciones, al Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
El área de Compras puede impulsar una corriente transformadora de los hábitos de RSC en el tejido empresarial, si impone condiciones favorables para la contratación a los proveedores que cumplan estos principios empresariales. La empresa que pida a su proveedor una serie de requisitos mínimos en temas de sostenibilidad, impulsa un efecto multiplicador en la cadena de suministro y distribución de ambas organizaciones.
La Guía ayudará a los compradores a establecer parámetros para medir el impacto de sus compras, fomentar la transparencia, buen gobierno, control ético de la cadena de proveedores… La publicación da las pautas para que los compradores puedan tener elementos de evaluación de la responsabilidad social de sus proveedores, teniendo en cuenta factores como su situación geográfica, su estructura, los sectores en los que trabajan o la propia percepción que existe de él en su entorno.
Como recoge la Guía Técnica para la Compra Sostenible, las empresas son cada día más conscientes de que deben incorporar criterios de sostenibilidad a la estrategia empresarial si quieren garantizar la continuidad del negocio. La globalización y la subcontratación hacen que las redes de proveedores de las compañías sean cada vez más complejas. Las empresas que quieran ser negocios socialmente responsables deberán asegurarse de que toda su cadena de suministro lo es, ya que una irresponsabilidad del proveedor puede llegar directamente a la cuenta de resultados de la compañía. La RSC es, de hecho, una ventaja competitiva, ya que elimina riesgos, refuerza la imagen y la reputación corporativa y crea valor para la sociedad. Un comportamiento sostenible eleva la rentabilidad empresarial a medio y largo plazo.
Los países de la Unión Europea destinan de media un 16% del PIB a comprar bienes y servicios. AERCE resalta en la guía la importancia de que las Administraciones Públicas también apuesten por la compra sostenible no solo por el gran volumen que se destina a ella, sino también por el carácter ejemplarizante que puede ejercer la Administración y por el impacto que puede tener en los hábitos de la ciudadanía. Además, comprar de forma sostenible supone a la larga una mayor eficiencia del dinero público, ya que comprando con criterios de sostenibilidad se producen ahorros a largo plazo. Las Administraciones ya han avanzado en este sentido desde la entrada en vigor de la ley 30/2007, que obliga a introducir criterios medioambientales y sociales en los pliegos de condiciones para las compras públicas.