La cadena de distribución británica Tesco ha cerrado su ejercicio fiscal con la decisión de salir del mercado estadounidense para “posicionar el negocio en la senda correcta del crecimiento con el objetivo de lograr resultados realistas, sostenibles y atractivos”, señala Philip Clarke. consejero delegado de la compañía.
“Los anuncios realizados hoy son consecuencia de los cambios estratégicos iniciados hace más de un año y que concluyen hoy. Nuestro objetivo es el de convertirnos en el mejor canal minorista”, asegura el responsable de la compañía.
Tesco ha generado unas ventas de 72.363 millones de libras esterlinas, lo que supone un 1,3% más que el año pasado, sin incluir las gasolineras. No obstante, el beneficio neto ha caído un 95,6% hasta los 124 millones de libras esterlinas.
"Nuestro plan para construir un mejor Tesco va por buen camino y estoy satisfecho con los progresos reales alcanzados en Reino Unido. Ya hemos realizado mejoras sustanciales en la experiencia de compra de nuestros clientes, lo que se refleja en un mayor rendimiento”, explica Clarke.