Mar de Frades y la Denominación de Origen del Albariño celebran su 25 Aniversario. Ya ha pasado un cuarto de siglo desde que se crearon los vinos que han cambiado la historia de la Denominación de Origen del Albariño.
Mar de Frades nace en el año 1987 y se asienta en las faldas del monte Valiñas, con vistas a la Ría de Arosa, donde la brisa del mar airea las cepas. Es precisamente el Atlántico quien le impregna el toque salino tan característico de la marca. La genuina botella azul y el dibujo del galeón que aparece en la etiqueta a la temperatura idónea conforman también la personalidad de Mar de Frades, cuyo nombre se une al carácter atlántico de estas tierras y a la leyenda de los orígenes ancestrales de esta uva Albariño, tan excelente y particular.
Con motivo del Aniversario, Mar de Frades ha diseñado un logo conmemorativo, en color oro viejo y con forma hexagonal que identificará todas las botellas de esta añada tan especial.
Pero no sólo Mar de Frades está de celebración. La Denominación de Origen del Albariño también cumple su 25 aniversario. Ambos empezaron su andadura hace ya un cuarto de siglo y continúan apostando por el Albariño 25 años después.
La nueva añada Mar de Frades 2012 presenta un color amarillo pálido con irisaciones verdosas. En nariz aparecen notas de melocotón verde y ralladura de limón con herbáceos y toques minerales. Muy fresco en el ataque de paso sedoso y con un largo recorrido en boca con toques salinos y de eucalipto tan característicos de Mar de Frades.
Elaborado exclusivamente con la variedad de albariño, este vino es fiel compañero de mariscos como vieiras y ostras, de todo tipo de pescados, así como de arroces y ensaladas con frutas tropicales. Elaborado de manera exclusiva con uvas del valle del Salnés y acogido a la D. O. Rías Baixas, tras su paso por el paladar deja una agradable sensación, larga y sutil, con recuerdos marinos.
Toda la uva es seleccionada a mano en bodega, aspecto clave para la calidad en años como éste en la que maduración es irregular entre las distintas parcelas. 2012 ha traído una cosecha “escasa” en cuanto a cantidad, aunque excelente respecto a calidad. El ciclo vegetativo arrancó con una primavera lluviosa y fría por lo que el cuajado y el número de racimos formados fue muy pequeño. Muy buenas condiciones meteorológicas previas a la vendimia han propiciado una perfecta maduración del fruto y con un excelente estado de la uva.
Ya han pasado dos años desde que Mar de Frades cambiara su look, más vanguardista e innovador en su apariencia, pero manteniendo los elementos diferenciadores y tan característicos de la bodega gallega, como son su color azul y la etiqueta termocrómica.