El director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, ha recordado que, según las últimas estimaciones, se calcula que globalmente en el mundo se pierden o desperdician cada año un tercio de los alimentos producidos para consumo humano, mientras que en España la cantidad desperdiciada se considera que asciende a 7,7 millones de toneladas.
“Es un problema que afecta al conjunto de la sociedad, ya que las pérdidas se ocasionan a lo largo de toda la cadena de valor y originan impactos de carácter social, humanitario, medio ambiental y económico” ha planteado el director general en su intervención en el salón de la alimentación en Valladolid, donde ha anunciado la finalización de los trabajos sobre el programa para la reducción del desperdicio alimentario
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Burgaz ha defendido la necesidad de abordar el establecimiento de una estrategia para la reducción del desperdicio alimentario “que transciende la situación de crisis económica, ya que obedece al compromiso del Ministerio con los consumidores y la sociedad, para trabajar a favor de la sostenibilidad de la alimentación y la agroindustria”.
En este sentido, ha subrayado que los avances que se logren en la reducción del desperdicio alimentario ayudarán a dar respuesta a la necesidad de incrementar la producción agrícola, prevista por la FAO en un 70%, para alimentar a la creciente población mundial, que se estima alcance los 9.000 millones en 2050.
El director general ha explicado que en las próximas semanas se presentará la Estrategia “Más alimentos, menos desperdicios”, que se enmarca en las políticas de sostenibilidad alimentaria promovidas por el Departamento. En este sentido ha subrayado que el compromiso político del Gobierno incluye la determinación de trabajar para el establecimiento y desarrollo de un Programa de Sostenibilidad del sector agroalimentario, dentro del cual se encuadra la Estrategia a favor de la reducción de alimentos desechados.
En cuanto a los trabajos y compromisos incluidos en la Estrategia General, ha señalado que deben desarrollarse de forma coordinada con otras instituciones, organismos y Comunidades Autónomas, “porque algunas cuestiones, como las relativas a los aspectos higiénicos y sanitarios, son competencia de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), y porque ya hay iniciativas, como las promovidas por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores del Gran Consumo (AECOC) o la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que se trata de potenciar”, ha concluido el Director General.