España mantiene uno de los índices de confianza del consumidor más bajo del mundo. Así, apenas un 6% piensa que las perspectivas laborales para los próximos doce meses son buenas o excelentes, frente al 28% que no las ve tan buenas, y el 64% que las ve directamente malas, cinco puntos más que en el tercer trimestre de 2012. Un 19% cree que sus finanzas personales para este año serán buenas o excelentes; frente al 43% que no las ve tan bien, y un 35% que las prevé malas.
El índice Global de Confianza de los consumidores de la consultora Nielsen, indica que con estos datos no resulta extraño que la intención de compra de los españoles siga bajo mínimos: apenas el 15% opina que es un buen momento para comprar cosas que necesita, un 46% piensa que no es tan bueno, y el 37% cree que no es un buen momento.
Un 82% de los encuestados reconoce haber cambiado sus hábitos de compra por la crisis tomando medidas para ahorrar: el 70% redujo sus gastos de ocio fuera de casa, el 67% ahorra en gas y electricidad, el 63% gasta menos en ropa, un 57% dice comprar marcas más baratas y el mismo porcentaje ahorra en gastos de teléfono, el 50% intenta ahorrar saliendo menos fines de semana y puentes, el 49% usa menos el coche, el 45% compra menos tecnologías, y un 33% señala que ha dejado o dejará de fumar. Comparado con el trimestre anterior, aumenta significativamente el recorte de gastos en nuevas tecnologías, ropa, fumar y comprar marcas más baratas.
Y varias de estas medidas de ahorro se piensan mantener cuando se salga de la crisis: gastar menos en gas y electricidad (53%), en teléfono (38%), usar menos el coche (32%), comprar marcas más baratas (27%), dejar de fumar (24%), comprar menos ropa (23%), y menos productos tecnológicos (22%). Resulta bastante evidente que la crisis está modificando los hábitos de consumo de los españoles, lo que debe ser tenido muy en cuenta por fabricantes y distribuidores para adaptarse a las medidas de ahorro y las nuevas intenciones de compra que se han ido consolidando.