El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, aseguró ayer que va a solicitar la mejora de los controles para evitar que las importaciones de tomate marroquí a bajo precio hundan los precios en el mercado comunitario.
A la entrada del Consejo de Ministros de la UE, en Bruselas, Arias Cañete señaló que “hemos pedido que se incluya un punto en el Consejo para que la Comisión nos informe sobre la evolución de las importaciones de tomate marroquí en los meses de octubre y noviembre”.
El ministro explicó que durante octubre los precios fueron “razonablemente altos”, pero en la primera semana de noviembre se ha producido un hundimiento, por debajo de los precios de entrada que estaban establecidos. Ante esta circunstancia, Arias Cañete ha lamentado que las autoridades aduaneras no aplicaran correctamente los derechos específicos de aduana.
En concreto, Arias Cañete ha apuntado que “estábamos por debajo de 0,46 y en ese momento las autoridades aduaneras tienen la obligación de imponer derechos específicos de aduana que deberían, si se hubieran aplicado correctamente, haber provocado un incremento de precios”.
Ante estas circunstancias, “hemos pedido que la Comisión explique, por un lado, qué está haciendo para seguir la evolución de los contingentes y, por otro, qué está haciendo para que las autoridades aduaneras comunitarias cumplan lo que se pactó con Marruecos”, ha afirmado. En definitiva,”qué impacto están teniendo sobre el sector productor el hecho de que haya precios bajos, debido al mal funcionamiento de los mecanismos establecidos para garantizar que no haya importaciones a bajo precio que hunden el mercado comunitario”, ha completado el ministro.
En relación con las nuevas perspectivas financieras para la Política Agraria Común, Arias Cañete ha señalado que “el debate aún no se ha cerrado”. También ha explicado que hubo un avance significativo respecto a la propuesta inicial del presidente Van Rompuy, “pero todavía queda mucho trecho por recorrer”. El ministro ha recordado que “España, junto con Francia y con Irlanda, puso encima de la mesa peticiones adicionales, tanto en el primer pilar (ayudas directas y medidas de mercado), como en el segundo pilar (desarrollo rural) de la PAC.