El índice de la FAO para los precios de los alimentos cayó un 1% en el pasado mes de octubre y durante los primeros diez meses del año los precios alimentarios fueron de media un 8% más bajos que en el mismo periodo de 2011.
El índice bajó dos puntos hasta los 213 desde el nivel revisado de septiembre de 215 puntos. La disminución se debió principalmente a los menores precios internacionales de los cereales y los aceites y grasas, que compensaron con creces los incrementos en los precios de los productos lácteos y el azúcar.
Por su parte, el informe Perspectivas alimentarias, que la FAO elabora de forma bianual sobre los mercados mundiales y que ha sido publicado ahora, señala que la disminución de los precios internacionales y de los fletes, junto con las menores compras de cereales, podría empujar a la baja la factura mundial por importación de alimentos en 2012.
El gasto mundial en alimentos importados se prevé en 1,14 billones de dólares EEUU en 2012, un 10% menos respecto al nivel récord del año pasado.
«A pesar de la tensión en los mercados, un conjunto de condiciones y medidas han impedido hasta ahora que los precios internacionales de los alimentos se disparen como lo hicieron en 2007-2008 y 2009-2010. Entre ellas destacan la mejora de la coordinación internacional y la transparencia del mercado generadas por el Sistema de Información sobre Mercados Agrícolas del G20 (AMIS) que ha ayudado a prevenir el pánico y evitar que la peor sequía en décadas se convirtiese en una crisis de precios alimentarios, tal y como ha ocurrido en el pasado», aseguró el director general de la FAO, José Graziano da Silva.
«Las sequías o las inundaciones no son los responsables de las crisis, es la falta de gobernanza. En un mundo globalizado, no podemos tener seguridad alimentaria tan solo en un país o región. Necesitamos fortalecer la gobernanza mundial de la seguridad alimentaria», añadió Graziano da Silva.
Según Perspectivas alimentarias, el equilibrio entre la oferta y la demanda mundial de cereales se prevé sufra una presión considerablemente mayor en 2012/13, debido principalmente a los descensos previsibles en las producciones de trigo y maíz. La producción mundial de cereales se calcula caiga en un 2,7 por ciento respecto a la cosecha récord del año anterior, lo que llevará a una contracción de 25 millones de toneladas las reservas mundiales.