Finca La Emperatriz ha creado un nuevo packaging para Finca La Emperatriz Terruño, uno de los vinos de su gama alta.
De unos años a esta parte, el vino en España se ha ido ganando la condición de obsequio. Un papel que no existía en la tradición de consumo de vino de este país, donde el vino era algo más bien cotidiano y popular que raramente trascendía la categoría de lo corriente.
A medida que iba mejorando el cuidado en viñedo y elaboraciones –un proceso que se ha generalizado en los últimos decenios-, el vino ha ido adoptando progresivamente la categoría de algo especial, un producto que puede ser extraordinario e incluso ser considerado como un lujo. En consecuencia, el vino ahora es un regalo, y no sólo para esos amigos que nos invitan a cenar, sino incluso un regalo para nosotros mismos.
Conscientes de este fenómeno, los hermanos Eduardo y Víctor Hernáiz, propietarios y alma de Finca La Emperatriz en la DOC Rioja, han lanzado un nuevo estuche para acompañar a uno de los mejores vinos de la casa, Finca La Emperatriz Terruño. La sobriedad del color negro viste de lujo una caja de madera donde destacan la elegancia y el buen gusto, pero también la discreción y la mesura; valores, todos ellos, presentes en este proyecto de la DOC Rioja.
Se trata de una edición limitada de 500 botellas que se comercializarán con esta presentación, que contiene la añada 2008 de Finca La Emperatriz Terruño, el primero de los vinos de gama alta que la bodega lanzó al mercado. Con su rojo frambuesa, el corazón casi negro, y su envolvente sensación en nariz de fruta madura, ahumados, piedra de sílex, vainillas y especias, este Finca La Emperatriz Terruño 2008 expresa también en boca la mineralidad característica del terruño del que procede. En concreto, del terruño de la parcela nº 10 del histórico viñedo que perteneció a la emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo.