Una tercera parte de los 1.900 consumidores encuestados por Eroski en 9 comunidades autónomas reclama más productos saludables para su compra diaria.
Eroski Consumer ha comprobado que al 30% de los entrevistados le gustaría que hubiese más variedad en la oferta actual de productos más saludables o mejorados. Solo una tercera parte de los encuestados asegura adquirir de forma habitual alguno de ellos. En concreto, se eligen productos ricos en fibra, sin azúcares añadidos, bajos en calorías y sin grasas saturadas. Sin embargo, el 70% de los encuestados percibe que el precio de este tipo de producto es, en general, más caro que los demás.
La información es clave para poder elegir los productos de forma correcta y conseguir el propósito de alimentarse de una forma equilibrada: casi cuatro de cada cinco encuestados aseguran leer la que aparece en los envases y etiquetas nutricionales de lo que van a adquirir. De ellos, un 87% centra su atención en la fecha de caducidad; un 56% en los ingredientes que contiene el producto; y un 43% en su valor nutricional. Sin embargo, el 48% de los entrevistados no entiende de manera clara la información nutricional y de ingredientes que figura en los productos alimenticios y únicamente el 10% la utiliza como fuente principal para asesorarse en su alimentación.
No existen amplias diferencias entre las 9 comunidades autónomas estudiadas, aunque es Galicia donde se adquieren con mayor asiduidad (siempre o bastantes veces) alimentos nutricionalmente mejorados (es decir, a los que se les ha reducido las grasas, la sal o los azúcares o bien han sido enriquecidos con micronutrientes como las vitaminas o los minerales), seguida muy de cerca por Andalucía, Islas Baleares y la Comunidad de Madrid. Por el contrario, es en el País Vasco donde los encuestados declaran no adquirirlos con tanta frecuencia.
Entre los entrevistados, el 48% compra habitualmente artículos ricos en fibra; y en torno al 40%, alimentos sin azúcares añadidos, sin grasas saturadas y bajos en calorías. Además, el 34% de los encuestados se lleva a casa habitualmente productos que contengan solo cereales integrales; y aproximadamente un 25%, los enriquecidos con vitaminas y minerales, así como bajos en sal o sin sal. Por último, un 23% adquiere artículos enriquecidos con Omega 3. Además, tanto las mujeres como los hombres escogen en primer lugar productos ricos en fibra (un 46% ellos y un 48% ellas). Pero si se tiene en cuenta la edad, son los entrevistados con más de 45 años los que más declaran comprar este tipo de artículos (de media, un 55% frente al 42% de los jóvenes entre 20 y 44 años).
Curiosamente, en un país con más de 10 millones de afectados por la hipertensión arterial, un 48% de los entrevistados asegura que nunca suele escoger alimentos sin sal o bajos en sal y un 45% tampoco productos enriquecidos con Omega 3. Cataluña, Navarra y País Vasco son las comunidades donde hay más consumidores que nunca adquieren alimentos sin sal o bajos en sal (un 55% así lo asegura). Y en Islas Baleares, País Vasco y de nuevo, Navarra obvian en mayor proporción (un 33%) los enriquecidos con Omega 3. Por último, por sexos, el 50% de las mujeres nunca compran alimentos sin sal o bajos en sal, mientras que un 47% de los hombres no adquieren nunca los enriquecidos con Omega 3.