La preocupación del sector ganadero gallego aumenta en proporción a los precios de los cereales y de la soja, que han registrando en los últimos días y meses fuertes incrementos con disculpas variadas: la sequía en EEUU y Rusia, el incremento da demanda en China e India y el uso de cereales para la producción de biocombustibles, entre otras.
El incremento de los precios de las materias primas no responde a la lógica de la oferta y de la demanda, si no que es fruto de los juegos especulativos de los fondos internacionales. Es difícil trasladar la subida del precio de la alimentación del ganado al resto de la cadena debido a la política pactada por parte de la Distribución, que impone precios bajos a los proveedores para mantener sus márgenes de beneficio. La intervención de la Administración es decisiva en esta materia a través de medidas que ayuden a mejorar la competitividad de la ganadería.
Pese a todo, los actuales precios de las materias primas no responden a la lógica de la oferta y de la demanda y son fruto del juego sucio de los fondos financieros internacionales que entran en este mercado con ánimos especulativos. Hoy en día pesan más los rumores y la manipulación de los datos a la hora de fijar los precios en los mercados, debilitando y generando una enorme crisis en la economía agraria.
Con un coste medio que supera el 65% del total de los inputs, la alimentación es el principal gasto de los ganaderos, y los cereales constituyen un 80% de la ración. Desde mayo, la escalada de precios se ha disparado y aún no tocó fin. En los últimos meses los ganaderos gallegos vienen asumiendo subidas de 30, 40 y 50 euros/tonelada, con la particularidad de que el consumidor no asume ninguna parte de este sobrecoste. Los ganaderos gallegos, que importan más de un millón de toneladas anuales de cereal, tienen serias dificultades a la hora de trasladar el incremento del precio a lo largo de la cadena alimentaria, pues la Distribución actúa mediante una política pactada de imponer precios bajos a sus proveedores, con el fin de mantener sus márgenes de beneficio.
Los ganaderos (leche, vacuno, porcino, conejos, aves,…) se encuentran ante un escenario de pérdidas en sus cuentas de explotación que no les permite salir de los números rojos. Con esta coyuntura, que últimamente se repite de manera cíclica, hay que ver qué podemos aprender y qué iniciativas se pueden aplicar de inmediato y a largo plazo para aliviar la situación y ser menos vulnerables.