Los incrementos en los tipos reducido y general del IVA anunciados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afectarán de forma intensa al sector agroalimentario español, según la COAG y Cooperativas Agroalimentarias de España.
Supondrá un sobrecoste anual de más de 412 millones de euros para los profesionales del sector agrario, tal y como refleja el cálculo realizado por el departamento de Economía Agraria de COAG sobre la base de los datos de consumos intermedios del sector publicados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Para Cooperativas Agroalimentarias, las subidas del tipo del 8% al 10% que afectan a los fertilizantes, piensos, fitosanitarios, servicios veterinarios, etc., y del 18% al 21% que incide, especialmente, en la energía eléctrica, carburantes y maquinaria agrícola, van a producir un importante coste añadido para los productores agrarios en su actividad, que alcanzará los 400 millones de euros al año. Si es positivo que se haya mantenido al 4% el tipo de los alimentos básicos como el pan, harinas panificables, leche y quesos, huevos, frutas y verduras, hortalizas, tubérculos y cereales.
Del análisis de los principales costes de producción, cabe destacar el sobrecoste anual en la partida de piensos, que se eleva por encima de los 188 millones de euros al pasar el IVA del 8 al 10%. El sobrecoste en consumo de energía y lubricantes, que pasan del 18% al 21% del IVA, se estima en más de 46 millones de euros al año. Fertilizantes (+ 31 millones de euros), mantenimiento de material (+ 36 millones) y productos fitosanitarios (+13 millones), son otras de las partidas que incrementarán su coste final.
Además, con esta subida, España se convierte en el país de la UE que más carga impositiva aplica a los inputs agrarios. Por citar sólo un ejemplo, en Alemania, el consumo de piensos tiene un IVA del 7%, en Portugal un 6%, en Francia un 5,5% en Italia un 4%, y en el Reino Unido un 0%, mientras que los ganaderos españoles soportarán ahora un 10%. “Estamos ante un nuevo mazazo para la economía familiar agraria. El aumento de los costes por la subida del IVA menoscaba nuestra competitividad y pone en jaque la viabilidad económica de las pequeñas y medianas explotaciones familiares, que sólo en 2011 han perdido un 5,9% de la renta. Aumentar la carga impositiva para los profesionales agrarios supone además limitar la capacidad de creación de empleo en el medio rural”, ha lamentado Miguel Blanco, secretario general de COAG.