Desde que en 1922 el pastelero alemán Hans Riegel inventó los Ositos de Oro, estos caramelos han estado presentes en la infancia de muchos de nosotros.
Los ositos de goma son uno de los caramelos favoritos de niños y mayores. Para la compañía alemana Haribo, los Ositos de Oro son su seña de identidad y su producto estrella. Cada día fabrican más de 100 millones de unidades en el mundo.
La historia de Haribo se remonta a 1920, cuando un joven y emprendedor pastelero, Hans Riegel, decidió instalar su primera fábrica de caramelos en Bonn (Alemania), su ciudad natal. Así nació Haribo, acrónimo formado por las dos primeras letras del nombre del fundador más el de la ciudad donde se encontraba la primera fábrica (Hans Riegel, Bonn). Dos años después de fundar la compañía, Riegel creó un caramelo formado principalmente por gelatina, jarabe de glusosa y agua, le dió forma de Oso y se convirtió en el que ahora es el mundialmente famoso “Osito de Oro” de Haribo. En la actualidad, tras nueve décadas en el mercado, estos Ositos son un producto y marca de referencia para millones de niños en todo el mundo.
La innovación, la calidad y la adaptación de productos y formatos a diferentes mercados son las principales claves de éxito de Haribo. Desde sus inicios, no ha dejado de evolucionar, adaptándose a los gustos de los niños y adultos de todo el mundo, así como introduciendo mejoras nutricionales para sus productos.
La historia del Osito de Oro va unida a la ciudad de Bonn (Alemania), en la que cada año se instalaba un circo con su “oso bailarín”, que hacía su espectáculo al ritmo de la música. A Hans Riegel le encantó el animal y se inspiró en él para fabricar los famosos Ositos de Oro, que con los años fueron cambiando de envase, de colores y de tamaño, adaptándose a los nuevos tiempos, hasta los actuales que podemos encontrar hoy en el mercado.
El proceso de elaboración de los ositos es muy sencillo: Los Ositos de Oro se fabrican con una combinación de ingredientes de los cuales destacaríamos el jarabe de glucosa – que los hace transparentes-, azúcar – que los endulza – y gelatina, que los hace masticables. A esta masa dulce y fluida, se le añade ácido cítrico, zumo de frutas, y una mezcla de extractos y concentrados de frutas y plantas que dan color a los Ositos de Oro. Además se incorpora una selección secreta de aromas que le aporta ese inconfundible y delicioso sabor.
Para celebrar el 90 aniversario de los Ositos de Oro, Haribo ha organizado una serie de actividades dirigidas a sus consumidores a lo largo de todo el año. Entre las iniciativas impulsadas, la compañía repartirá Ositos de Oro fríos en las principales playas españolas durante todo el verano.
Asimismo, impulsará desde julio hasta septiembre una promoción en la que obsequiará a sus consumidores con un regalo cada día, bajo el lema “90 días, 90 regalos”. Además, la compañía instalará en varios supermercados e hipermercados “la ruleta aniversario” en la que los consumidores podrán participar y obtener regalo seguro.