La confianza del consumidor se sitúa en los 50,5 puntos, apenas dos décimas por encima del mes de abril, uno de los datos más bajos, según el índice de Confianza del Consumidor (ICC) publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Esta aparente estabilidad se consigue con pequeños cambios entre sus componentes: un nuevo descenso de la valoración de la situación actual (-0,9 en relación a abril) y un ligero repunte (+1,4 respecto al mes anterior) de las expectativas.
El índice de valoración de la situación actual se coloca en el 31,0, con un descenso de 0,9 respecto al pasado mes. Este ligero descenso no afecta por igual a todos sus componentes. Así, la valoración de la situación económica y del empleo desciende un 0,9 y un 2,6 respectivamente, mientras que la valoración de la situación del hogar repunta un 0,8. En cualquier caso, el indicador se sigue moviendo en cifras muy cercanas a los momentos más bajos de toda la serie.
Por su parte, el índice de expectativas repunta un 1,4 con subidas en todos sus componentes. El repunte es muy pequeño en relación a la evolución de la situación económica del país (+0,4) y del empleo (+0,9) y más significativo respecto a la situación de los hogares.
Las expectativas de los hogares, que en el pasado mes de abril alcanzaron el punto más bajo de toda la serie, suben hasta tres puntos. Sin embargo, estas subidas no se deben tanto a una mejora en las expectativas en sentido estricto, como a un descenso en las previsiones de deterioro. De hecho, el porcentaje de entrevistados que confía en que la situación de la economía, del empleo o de su hogar mejorará en los próximos seis meses es igual en este mes al obtenido el pasado abril. Las diferencias se producen por el aumento de aquellos que prevén un mantenimiento de la situación en detrimento de los que esperan un mayor deterioro.