La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) ha dado a conocer el Informe Económico 2011 en el que se indica que las ventas de la industria han crecido un 1,8% hasta alcanzar los 83.773 millones de euros, impulsadas por el buen comportamiento de las exportaciones.
En este sentido, Simón Sosvilla, catedrático de Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid, ha asegurado que las exportaciones crecieron un 12% en 2011 hasta alcanzar los 19.421 millones de euros, con una balanza positiva de 1.077 millones de euros, “siendo la industria de la alimentación y bebidas una de las pocas que no cerró el año en negativo y ayudando a compensar el déficit comercial del país”.
Así, Horacio González Alemán, director general de FIAB, ha subrayado que la alimentación se mantiene como un sector fuerte y “tractor para la economía española”. González Alemán ha destacado además “la resistencia de una industria que ha sido capaz de compensar la caída del consumo interno con un notable aumento de las exportaciones. La pregunta es si este contexto de evolución negativa de la demanda interna, las exportaciones van a poder seguir creciendo al mismo nivel”.
El 24% de la facturación de la industria corresponde a las exportaciones, «lo que demuestra que somos una industria competitiva con crecimientos tanto en los mercados tradicionales dentro de la Unión Europea como en los países en desarrollo», explica el director general de la FIAB. De seguir así, en cuatro años, «España superará a Italia en volumen de exportación», asegura González Alemán.
En cambio, en 2011, “y por segundo año consecutivo, ha vuelto a descender ligeramente el consumo alimentario en los hogares españoles”, explica Sosvilla. En concreto, la reducción ha sido del 0,7%, quedándose en 30.282 millones de kilogramos/litros/unidades. Esto supone un descenso de 3,8 unidades por habitantes, pasando de 663,7 a 659,9 unidades. En este contexto, y según los datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el gasto aumentó un 0,75%, alcanzado los 67.520 millones de euros. Descontando el efecto de la inflación, el gasto a precios constantes registró una caída del 1,25 por ciento.
En cuanto al lugar al que los españoles acuden para hacer la compra, los supermercados y autoservicios se convierten en el principal canal de distribución de los hogares españoles, con una cuota que ya alcanza el 42%, seguidos por las tiendas tradicionales (18,9%), las tiendas de descuento (15,1%) y los hipermercados (14,6%). «Se produce un cambio de tendencia con motivo de la crisis, ya que antiguamente el principal canal era el de los hipermercados que han sido sustituidos por los supermercados y autoservicios», comenta Sosvilla.
Además, aunque no existen datos oficiales, FIAB estima que el consumo fuera de los hogares ha descendido aproximadamente un 3,1% en el sector de la hostelería y un 2,9% en administraciones, por lo que el consumo total, tras sumar estas cifras a las de los hogares, habría descendido aproximadamente un 1,2% en 2011.
La crisis sigue modificando los patrones de consumo de los ciudadanos, orientando su demanda hacia productos más básicos y hacia los de marca del distribuidor, que han visto aumentar su cuota de mercado paulatinamente hasta alcanzar el 35% en 2011, según el Kantarworld Panel.
La evolución del sector en 2011 ha venido marcada por una progresiva reducción en el número total de empresas, que descendieron un 3% a lo largo del año, según explicó Sosvilla, quien ha destacado que a pesar de todo sigue tratándose de un sector muy atomizado que cuenta con 29.334 empresas, de las que el 96,2% son pymes.
Para 2012, González Alemán asegura que “se espera una reducción del consumo total del 1,32%”. Además, FIAB considera que tanto las ventas como el empleo se mantendrán estables en los próximos meses, esperándose igualmente una evolución positiva en comercio.
El actual marco macroeconómico “obliga a ser prudentes ante la inestabilidad que vive el país” ya que, en palabras del director de la FIAB, “el consumo de los hogares representa casi el 60% de la economía española”.
Así, en este año, “el consumo de los hogares en alimentación y bebidas seguirá mostrando signos de debilidad, al verse afectado por la pérdida de poder adquisitivo y la caída de la renta bruta disponible”.