El gasto en consumo, que representa el 56 % del PIB de la UE, refleja la enorme fuerza de los consumidores para impulsar la economía europea. Aprovechar plenamente el potencial del mercado único y reforzar la innovación y el crecimiento solo podrá hacerse dando a los consumidores más fuerza y confianza.
Por esta razón, la visión estratégica de la Comisión Europea para la política de los consumidores de la UE en los próximos años, adoptada ayer, pretende aumentar al máximo la participación de los consumidores y la confianza en el mercado. Aspira a conseguirlo basándose en los cuatro objetivos principales de la Agenda del Consumidor Europeo: reforzar la seguridad de los consumidores; incrementar la información; intensificar el control de ejecución y las vías de recurso, y ajustar los derechos y políticas de los consumidores a los cambios en la sociedad y la economía. También presenta varias acciones clave que se aplicarán hasta el año 2014.
El crecimiento en la Unión Europea necesita tanto de una oferta competitiva como de una fuerte demanda. Así pues, los consumidores deben situarse en el centro de atención de las políticas de la UE y de las empresas. Necesitamos infundir confianza a los consumidores para impulsar la economía europea, ha declarado Viviane Reding, vicepresidenta de la Comisión y Comisaria de Justicia de la UE. Queremos estimular las compras transfronterizas en línea, por lo que la UE y sus Estados miembros deben adecuar los derechos de los consumidores a la era digital. Hemos dado el primer paso con la Directiva sobre Derechos del Consumidor y la propuesta de modernizar las normas de protección de datos para reforzar la confianza de los consumidores en las transacciones en línea. Como siguiente paso, la Comisión prevé modernizar las normas de la UE de 1990 sobre viajes combinados para tener en cuenta que cada vez más gente encarga ahora sus vacaciones en la web. Pero hace falta algo más que nuevas leyes para que el mercado único digital se adapte a los consumidores. Los Estados miembros deben intensificar una rápida aplicación no burocrática de las normas de la UE, de modo que los derechos del consumidor se conviertan en una realidad concreta para nuestros 500 millones de consumidores».
La Agenda del Consumidor presenta medidas destinadas a alcanzar los objetivos de la estrategia de la UE para el crecimiento, Europa 2020. Se basa en otras iniciativas, que complementa, como el Informe sobre la Ciudadanía de la UE (véase IP/10/1390 y MEMO/10/525), el Acta del Mercado único, la Agenda Digital para Europa (véase IP/10/581, MEMO/10/199 y MEMO/10/200) y la hoja de ruta para una economía sostenible (véase IP/11/1046). Para ello se articula en torno a cuatro objetivos principales, dirigidos a aumentar la confianza de los consumidores.
– Reforzar la seguridad de los consumidores: en las mercancías, los servicios y la alimentación; fortalecer el marco regulador y hacer más eficiente la vigilancia del mercado.
– Incrementar la información: hacer frente a la creciente complejidad de los mercados, donde los consumidores necesitan las herramientas adecuadas y la información para comprenderlo todo acerca de los gastos reales del crédito al consumo y saber encontrar el lugar adecuado para formular reclamaciones. Esto es importante tanto para los consumidores como para los comerciantes, y el papel de las organizaciones de consumidores es clave.
– Mejorar el control de la ejecución y las vías de recurso sin las cuales no puede existir en la práctica. Esto es tanto más pertinente si se calcula que el perjuicio sufrido por los consumidores europeos derivados de problemas que dan lugar a reclamaciones asciende aproximadamente al 0,4 % del PIB de la UE[1]. El papel de las redes de aplicación legislativa en materia de consumo[2] es fundamental.
– Ajustar la política a los cambios en la sociedad y hacerla significativa para la vida cotidiana: para adaptar a la era digital la legislación en materia de consumo y tratar los problemas de los consumidores en línea; para incorporar las necesidades de los consumidores vulnerables; para facilitar una elección sostenible.